caminando por esta ciudad, caminando entre miles de caras golpeadas por el sol detenidos en el periferico, inicio mi cabeza a dar vueltas, a entender que me esta asfixiando, a entender que miles y miles de cosas tengo que ir a liberar al mar... el dichoso mar.
Entendi que no es ya la enfermedad, el trabajo, ni Lopez Doriga ni Aristegue, ni los de Top Gear, tan solo entendi que era un cumulo de sensaciones, de almas que me atormentan, de manos que me detienen las que no me dejan ser quien soy.
Entendi que tengo que volver, ser Yo de nuevo, que necesito la espontaneidad, la sensacion de ir ... aun sin conocer el destino.
Asi lo decidi, e inicie en un pueblo magico dentro de esta ciudad, donde comi con un Vasco, tome un cafe con un Chiapaneco, y bebi unas cervezas con un Marroqui.
Escape de la justicia entre calles,
Asi lo decidi, asi me encontre.
Hoy saldre... sin rumbo fijo, sin saber si ire solo o acompañado, sin saber que encontrare...
Solo se que ahi estare Yo, con mis ojos pardos, con mi alma viajera, con mi eterna soledad compañera, ahi viajeare, hasta tocar el mar, hasta sentir su brisa y su caricia.
1 comentario:
Aveces mostrar quién somos realmente puede asustar y alejar personas..mas creo firmemente que uno debe rodearse de quién sabe bien quién somos y aún así se quedan ahí...La soledad es buena y necesaria compañera en momentos. El destinó es quién se encarga de definir cuando termina...
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